29 de diciembre de 2011

¿Quién gana cuando se enfrentan el orgullo y el corazón?

El orgullo te da mil razones para evitar que hagas lo que quieres hacer porque cree que tú eres más fuerte que eso y sabrás sobrellevarlo y superarlo todo, como siempre has hecho, con una sonrisa en la cara. Pero el corazón, el pobre y tonto corazón, te da mil y una razones para que lo hagas, para que no tengas miedo y te abras a todo.

Y es en ese preciso momento cuando entran en escena los miles de recuerdos que te invaden cada noche antes de dormir, esos que te hacen derramar lágrimas en el día, el lugar y la hora que a ellos les conviene. Esos recuerdos que te demuestran que nunca serás nada y que por mucho que lo intentes, nunca podrás conseguir eso que te propones.

Es así cuando comienzas a hundirte a ti misma en esa pelea que parece que no tiene fin, y en la que sabes que gane quien gane, sufrirás de la misma manera que llevas sufriendo tanto tiempo y sin descanso alguno.